Carta a mi hijo Mateo

Quiero escribirte esta carta pues quiero que sepas cuánto has significado en mi vida y lo agradecida que estoy de Dios por haberme permitido ser tu madre.


Cuando tu papa supo que estaba embarazada de ti, ni te imaginas la alegría que le dio. Te esperamos con ilusión. Eras un niño hermoso. cuando naciste tus ojos azules me miraron en mi interior en medio del dolor del parto corrió una sensación de alegría y orgullo de madre siempre te has parecido más a a tu padre que a mí, lo cual me daba un poco de celos pero a la vez de orgullo porque tú padre es un ser excepcional.


Sin embargo, los días pasaron y notamos que tu desarrollo parecía más lento que otros niños. Algo no andaba bien, según nosotros. Por eso te llevamos donde distintos doctores y después de varios estudios nos dieron el diagnóstico: eras un niño Neurodiverso con capacidades diferentes en términos médicos con autismo.


No te niego que me sentí frustrada. Sentí que el mundo me caía encima. No me avergonzaba de ti pero pensé muchas cosas: ¿Cómo sería tu futuro? ¿Qué pasaría si te faltábamos? Pensé que podrías ser una persona indefensa en medio de una sociedad que tiene altas dosis de incomprensión y crueldad. Por eso nos dimos a la tarea de llevarte a todas las terapias posibles y brindártelas también en casa, tu padre y yo nos instruimos sobre tu situación y nos hicimos verdaderos expertos en la materia.


Pensé que eso de ‘Neurodiverso con capacidades diferentes’ era una palabra más consoladora que real. Tal vez un cliché de moda, un eufemismo para no aceptar la realidad. Pero me equivoqué. 

Es cierto que tienes capacidades diferentes, capacidades que no tiene tu hermano a al que el mundo considera “sano”. En especial, tienes la capacidad de leer nuestros corazones, nuestros sentimientos… Contigo no se puede mentir: sabes si estoy triste, molesto, preocupado, inquieto o angustiado. Basta tu mirada para darme cuenta que no te puedo engañar y puedes con un beso, un abrazo, un “te quiero mama”, disipar cualquier preocupación o molestia. ¡Díganme si eso no es una capacidad diferente! ¡Cuántos quisiéramos darnos cuenta de los sentimientos más profundos de los que nos rodean y no los vemos! Y eso por mencionar sólo una de tus muchas capacidades.


No me canso de dar gracias a Dios por habernos escogido para ser tus padres. Has sido una bendición para nuestra familia. Gracias a ti soy mejor persona, mejor madre y esposa. He aprendido a ser compasiva y solidaria. Hoy mi vida no sería la misma si no estuvieras tú.


Te Ama, tu madre Yary.

Deja un comentario